
El friso decorativo del Salón de Rectores del Hospital Real, una de las joyas patrimoniales de la СƵ, afronta la segunda y última fase de su restauración, lo que le permitirá recuperar su riqueza artística original tras 500 años de historia y de numerosas intervenciones que habían ocultado sus detalles.
Este friso, que corona los muros del salón y da paso a la magnífica armadura de madera realizada por Juan de Plasencia y Melchor de Arroyo en el siglo XVI, está compuesto por placas de yeso con relieves que representan medallones sostenidos por puttis –figuras escultóricas o pictóricas de niños desnudos, generalmente regordetes, que aparecen con frecuencia en el arte europeo renacentista, barroco y rococó como símbolos del amor, la pureza, el alma humana, etc.– entre paños de tela y motivos frutales, coronados por cabezas de angelotes alados. La decoración se completa con cornisas ornamentadas con motivos vegetales y perlas.